Si hablamos de la olla de San Antón, estamos refiriéndonos a las recetas de cocina tradicional de Granada. Es hablar de palabras mayores.
Ingredientes Olla de San Antón, un plato muy nuestro
La receta con productos del cerdo y habas secas, llamadas las habas de San Antón, se pierde en la noche de los tiempos, aunque algunos la sitúan y puede ser cierto en la posguerra española, ante la escasez de comida y de materias primas.
Tener un cerdo, alimentarlo era algo muy socorrido y se compartía entre varias familias para tener carne durante todo el año.
Las piezas más codiciadas como es el caso de los jamones se vendían para sacar algo de dinero.
Hasta bien poco se seguía la tradición de la matanza en las casas, en zonas rurales.
Después sólo las carnicerías y mataderos eran los únicos que podían hacerlo.
El plato ha pasado de ser una receta de casa a servirse en restaurantes durante esta semana pasada, el día 17 de enero y este fin de semana.
Aunque a nivel doméstico, se repite varias veces en invierno.
¿Qué es la olla de San Antón?
Es un cocido muy rudimentario y popular que ha experimentado pocas variaciones a lo largo del tiempo, entre otras cosas por ser una comida contundente y calórica, donde intervienen muchas partes del cerdo como la careta, las costillas, el tocino, las manitas, la morcilla y otras, y por otro lado las habas secas.
Hay quien le añade otros elementos vegetales aparte de hierbas aromáticas como pueden ser la hierbabuena, perejil o hinojo, con su parte de pimienta negra.
Las habas secas, responden a la tradición de que las habas que se recolectan normalmente en primavera, se dejaban secar y servían para cantidad de otras recetas como es este caso.
En la actualidad puedes adquirirlas en lugares gurmets, en algunos colmados o tiendas tradicionales.
Hay incluso quien las sustituye por alubias blancas, pero ya no sería esta receta de San Antón.
De este modo la olla de San Antón es un plato de alto valor calórico, tiene bastantes calorías, y si no se padece de enfermedades del corazón es aconsejable darse un paseo, aunque sea corto, después de degustar tan sabroso plato. Eso sí guarecerse del frío.
¿Por qué se llama Olla de San Antón?
Llamar olla a un cocido, al nombre de la receta, indica su origen humilde: todos los comensales comían en el mismo recipiente, metían la cuchara en la cacerola donde se había hecho el cocido y comían según las ganas.
Hoy se sirve de forma individual e incluso puede considerarse mal visto, por la mayor higiene, pero hubo un tiempo que las condiciones económicas de la población eran reducidas, incluso había casas de pueblo que a lo sumo tenían dos habitaciones.
Los orígenes humildes del cocido
Esto acerca de las casas de pueblo de tamaño reducido ya no lo he vivido, me lo han contado. Hay que considerar que los pastores, en los cortijos de la sierra, siguen manteniendo esa tradición. Un cortijo de la sierra, perdido en Google Maps puede tener eso, como mucho un salón con cocina, un dormitorio y un pequeño retrete.
Cuándo tiene lugar
La Olla de San Antón se celebraba normalmente por estas fechas que era el tiempo normal de la matanza del cerdo que comenzaba en noviembre del año anterior, siendo el pico más alto en el mes de diciembre, tiempo de Navidad, porque se reunía la familia sobre todo de personas que vivían fuera por razón de trabajo u otros motivos.
Los 10 resultados que encuentras sobre la Olla de San Antón
Si hacemos una búsqueda rápida en Google, estas son las páginas que hablan de este popular plato de la gastronomía granadina
10 Resultados web
- Directo al Paladar
- Cocinando entre Olivos
- Baza Turismo
- Canal Cocina
- Hogarmanía
- Granada Hoy
- Granada Digital
- Visitar Granada
- Wikipedia
- Albolote Información
Los 3 primeros resultados en vídeo de Youtube
- Canal Andalucía Cocina
- Canal La Dulce Teresa
- Cocina con Guga
En Resumen
Resumidamente podrás comprobar como este plato de la cocina granadina trasciende la provincia de Granada y es conocido en toda España e incluso traspase fronteras.
Notas de cata
Degustar la olla de San Antón es todo un ritual, te pones a la mesa y alguien ha preparado este guiso con unas manos amorosas. Lo sirven normalmente completo, aunque si eres caprichoso y te lo permiten puedes alterar el plato solicitando más habas secas que pringá o todo lo contrario.
El caldo está espectacular, muy bien trabado que bien serviría para guardarlo y degustarlo aparte.
Acostumbro a majar todos los ingredientes. De este modo es un placer para los sentidos accediendo a todos los sabores. ¡Imagínate!
Adelante y te pregunto
¿Has degustado alguna vez la Olla de San Antón?
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